Este es el riesgo asociado al cambio de valor monetario entre el momento en que se realiza un trato y el momento en que se completa el pago. Por ejemplo, una empresa europea vende productos a un comprador en Japón y acepta que se le pague en yenes japoneses. Si el yen pierde valor antes de que se realice el pago, la empresa europea obtiene menos dinero al convertir yenes a euros.
¿Estás buscando hacer crecer tu negocio a nivel internacional? Entonces, es esencial comprender el riesgo del cambio monetario. Esta guía cubre todo lo que necesitas saber.
En el mercado global actual, las empresas de todos los tamaños participan cada vez más en transacciones transfronterizas para ampliar su alcance y acceder a nuevas bases de clientes. Sin embargo, uno de los retos más importantes a los que se enfrentan en el comercio internacional es la gestión del riesgo en operaciones de divisas. Los tipos de cambio monetario fluctuantes, las tarifas ocultas y los procesos financieros complejos pueden erosionar los márgenes de beneficio y complicar las transacciones.
Para reducir este riesgo, las empresas pueden adoptar estrategias para gestionar el cambio de divisas de forma eficaz. En este artículo descubrirás cuáles son y cómo aplicarlas.
¿Qué significa el riesgo en operaciones de divisas?
Este concepto, también conocido como riesgo de cambio monetario o riesgo de Forex (FX), se refiere al riesgo financiero que surge de los cambios en los tipos de cambio entre dos monedas en una transacción transfronteriza.
El riesgo de cambio monetario en las transacciones B2B ocurre porque el envío a menudo implica retrasos entre la facturación y el pago, lo que da tiempo al valor de las divisas a variar.
Por ejemplo, si una empresa en los EE. UU. vende productos a una empresa en Europa y acepta que se le pague en euros, pero el euro pierde valor antes de que se realice el pago, la empresa de los EE. UU. podría terminar recibiendo menos dinero del esperado cuando los euros se conviertan nuevamente a dólares. Este cambio en el valor de la moneda puede afectar a las ganancias, a los precios y el coste general de hacer negocios internacionales.
¿Cuáles son los principales riesgos asociados al cambio monetario entre divisas?
Es el riesgo asociado a que los estados financieros de una empresa se vean afectados por los cambios en el valor de las divisas al consolidar activos o ingresos extranjeros. Por ejemplo, una empresa de logística europea tiene una sucursal en EE. UU. y necesita convertir sus ganancias en dólares estadounidenses a euros para la presentación de informes. Si el dólar se debilita, los beneficios de la compañía parecerán menores en euros, incluso si nada varió realmente en el negocio estadounidense.
Se trata del riesgo asociado a las variaciones a largo plazo en el cambio monetario, pudiendo perjudicar la competitividad de una empresa o sus beneficios futuros. Por ejemplo, un exportador canadiense vende productos a los Estados Unidos. Si el dólar estadounidense se debilita a largo plazo, los compradores estadounidenses podrían encontrar los productos canadienses demasiado caros y comprar a proveedores locales.
Como muestran estos ejemplos, el riesgo en el cambio de divisas puede afectar significativamente a la salud financiera de una empresa. Los márgenes de beneficio pueden reducirse si los valores de las divisas se mueven desfavorablemente, mientras que los informes financieros pueden volverse más volátiles debido al riesgo de conversión, lo que puede afectar a la confianza de los inversores, incluso si el negocio principal sigue siendo fuerte.
Las empresas B2B que operan en mercados globales a menudo necesitan ajustar sus precios, abastecimiento y planes estratégicos para seguir siendo competitivas en medio de la evolución de los cambios de divisas. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.
Cuatro pasos para optimizar el tipo de cambio
Paso 1: Evalúa las necesidades de cambio de divisas de tu empresa
El primer paso es evaluar cómo y dónde interactúa tu empresa con las monedas extranjeras. Si eres una empresa B2B, eso significa fijarte en aspectos como la frecuencia con la que envías productos a través de las fronteras, los países con los que haces negocios y las monedas que más utilizas.
Las preguntas clave a tener en cuenta incluyen:
- ¿Con qué frecuencia tu empresa realiza transacciones internacionales?
- ¿A qué divisas estás más expuesto?
- ¿Está importando principalmente, exportando o ambos?
Al identificar dónde existe la exposición al cambio monetario, ya sea pagando a proveedores internacionales, recibiendo pagos de clientes extranjeros o cubriendo costes operativos en otro país, puedes crear una estrategia específica para administrar ese riesgo.
Paso 2: Elige los métodos de pago y las estrategias de conversión adecuados
La selección de opciones de pago adecuadas no es solo una cuestión de comodidad, sino que tiene un impacto directo en tus tasas de conversión, especialmente para los compradores internacionales en línea. Ofrecer soluciones de pago conocidas y flexibles, puede reducir la fricción en el proceso de pago y generar confianza con los clientes transfronterizos.
Los servicios automatizados de conversión de moneda pueden ayudar, tanto a los compradores como a los vendedores, a comprender el coste en su moneda local, reduciendo la incertidumbre y las compras abandonadas. Muchos de los principales proveedores de pago, como PayPal, ofrecen esto como una característica incorporada.
Elegir cómo y cuándo realizar la conversión de divisas, ya sea en tiempo real o a intervalos establecidos, puede ayudar a evitar sustos si el tipo de cambio varía de forma inesperada.
Paso 3: Elegir la mejor estrategia para gestionar el cambio de divisas
Una vez que hayas identificado dónde está expuesta tu empresa a las fluctuaciones de la moneda extranjera, el siguiente paso es elegir cómo gestionarás ese riesgo. Hay varios enfoques, cada uno de los cuales ofrece diferentes niveles de control. Puedes elegir una o combinar varias estrategias, en función de tus objetivos, volumen de transacciones y tolerancia al riesgo.
Aquí hay cuatro enfoques bien establecidos a considerar:

1. Diversificación de divisas
Esta es una forma proactiva de distribuir el riesgo en múltiples divisas. En lugar de depender de una sola moneda extranjera (que podría aumentar o disminuir repentinamente su valor), realiza transacciones en una variedad de divisas. Esto ayuda a amortiguar el impacto de la volatilidad de cualquier moneda individual.
Por ejemplo, si vendes tanto a EE. UU. como a Europa, obtener ingresos tanto en dólares como en euros puede reducir la dependencia de una sola moneda, lo que te brinda más estabilidad financiera.
Beneficios de la diversificación de divisas:
- Equilibrio de riesgos: Las pérdidas en una divisa pueden compensarse con ganancias en otra.
- Oportunidades de mercado: Puedes beneficiarte de tipos de cambio favorables en determinadas regiones.
- Mejor experiencia del cliente: Ofrecer precios en moneda local puede mejorar la confianza y aumentar las tasas de conversión.
- Flexibilidad de precios: puedes ajustar tus precios por región sin estar demasiado expuesto a la variación del valor de las divisas.

2. Riesgo compartido
Se trata de una estrategia colaborativa en la que tú y tus socios internacionales acuerdáis dividir el riesgoen el cambio de divisas. Esto a menudo se organiza durante las negociaciones de contratos, donde los términos están incorporados para manejar posibles variaciones en el tipo de cambio.
Cómo funciona:
- Puedes establecer cláusulas de precios que se ajusten en función de los umbrales del cambio monetario.
- Puedes acordar una tasa de punto medio o una zona de amortiguación compartida, absorbiendo ganancias o pérdidas juntas.
- Algunos contratos incluyen "cláusulas de ajuste de divisas" que reequilibran automáticamente la operación si la divisa se mueve más allá de un cierto rango.
A modo de ejemplo, una empresa alemana y un proveedor tailandés acuerdan dividir cualquier impacto en los costes si el baht tailandés se fortalece más allá de un cierto límite antes de la fecha de vencimiento del pago.
Beneficios de compartir riesgos:
- Equidad y equilibrio: Tanto el comprador como el vendedor comparten la exposición.
- Relaciones más sólidas: Los acuerdos transparentes pueden generar confianza con los socios internacionales.
- Reducción de la carga individual: Ninguna de las partes asume por sí sola todo el riesgo del cambio monetario.

3. Cobertura con instrumentos financieros
La cobertura consiste en proteger a tu empresa de futuros movimientos en el valor de las divisas mediante el uso de herramientas financieras. Es especialmente útil si tienes transacciones grandes y predecibles y necesitas garantizar la certeza de los precios.
Instrumentos de cobertura comunes:
- Contratos al contado: Compra o venta de divisas al tipo de cambio actual del mercado, normalmente para transacciones inmediatas.
- Contratos a plazo: Fijan un tipo de cambio para una transacción que ocurrirá en el futuro. Esto puede ser útil para la elaboración de presupuestos y la planificación financiera.
- Opciones de divisas: Implica el pago de una prima por el derecho, pero no la obligación, de cambiar a un tipo de moneda específico, lo que te brinda protección con flexibilidad.
- Cuentas en moneda extranjera: Mantén dinero en moneda extranjera para retrasar o evitar la conversión hasta que la tasa sea favorable.
Por ejemplo, una empresa canadiense que espera un gran pago en euros en tres meses podría utilizar un contrato a plazo para fijar el tipo de cambio actual del EUR/CAD, evitando pérdidas futuras si el euro se debilita.
Beneficios de la cobertura:
- Protege los márgenes de beneficio en ventas o compras internacionales.
- Reduce la imprevisibilidad en los informes financieros.
- Ofrece tranquilidad a la hora de planificar el flujo de caja o las estrategias de precios.

4. Cobertura de Forex (FX)
La cobertura de Forex lleva la cobertura un paso más allá, utilizando estrategias y herramientas de mercado de divisas para gestionar activamente la exposición a los movimientos del valor monetario. Este enfoque es utilizado a menudo por empresas con grandes volúmenes de transacciones o necesidades monetarias más complejas.
Las técnicas clave incluyen:
- Contratos al contado: Transacciones inmediatas al tipo de cambio actual, útiles para necesidades a corto plazo.
- Cuentas en moneda extranjera: Mantén y administra varias monedas, lo que te brindará más control sobre cuándo y cómo cambiar.
- Swaps y derivados: Herramientas más avanzadas que permiten fijar condiciones favorables a lo largo del tiempo o cambiar una divisa por otra en fechas concretas.
A modo de ejemplo, una empresa que opera en América del Sur y en el Sudeste Asiático podría monitorear activamente el valor de las divisas y utilizar swaps para equilibrar las exposiciones cambiarias en esas regiones.
Beneficios de la cobertura de Forex
- Da más control sobre el tiempo y los términos de los cambios de divisas.
- Se puede adaptar a diferentes partes del negocio (por ejemplo, cadena de suministro frente a ventas).
- Ayuda a reducir el impacto de las fluctuaciones bruscas de las divisas en mercados volátiles.
En DHL Express, entendemos las complejidades del comercio transfronterizo porque operamos en más de 220 países y territorios. Ya sea que estés enviando productos, trayendo suministros o haciendo malabarismos con los pagos en diferentes monedas, estamos aquí para facilitarte las cosas con una logística inteligente y sin complicaciones que funciona más allá de las fronteras.
Al asociarte con DHL Express, tu empresa puede optimizar sus operaciones, reducir los riesgos asociados con la volatilidad de las divisas y centrarse más en el crecimiento y la experiencia con el cliente, sin importar en qué parte del mundo opere.