
Todos sabemos que la lucha contra el cambio climático es una carrera contra el reloj: ahora es definitivamente el momento de poner tu negocio en el camino hacia la neutralidad de carbono.
Sin embargo, es posible que te sorprendas al escuchar que las ventajas de la neutralidad de carbono se extienden mucho más allá de salvar el medio ambiente: ser ecológico puede tener un impacto poderoso y positivo en los resultados de tu negocio.
Pero, ¿cómo se consigue la neutralidad en carbono? Si, como muchos empresarios, te gusta la idea de reducir la huella de carbono de tu negocio, pero aún no has encontrado el momento para hacerlo, esta guía te mostrará los pasos que debes seguir para empezar conseguirlo desde hoy mismo.
¿Quieres ayudar a tu empresa a alcanzar la neutralidad en carbono?
Todos sabemos que la actividad humana está provocando un aumento de la temperatura de la Tierra, un fenómeno conocido como calentamiento global. Pero, ¿qué puedes hacer tú para cambiar las cosas?
Si has oído hablar de la «neutralidad en carbono», pero no sabes por dónde empezar, esta es la guía que necesitas.
¿Por qué ser ecológico?
Es muy sencillo. Todos debemos tomar medidas para reducir nuestras emisiones de carbono. Un aumento de la temperatura de solo dos grados centígrados afectará a miles de millones de personas. El cambio climático y el derretimiento de los casquetes polares significan que ciudades costeras como Nueva York, Shanghai y Río podrían estar bajo el agua para 2100. Pero esto se puede evitar si todos desempeñamos nuestro papel en la reducción de emisiones.
Beneficios para reducir la factura
Ser ecológico debe ser un objetivo importante en tu plan de negocios. Desde comprar artículos de papelería reciclados o cambiar a electrodomésticos eficientes y modernos, hasta comprar una flota de vehículos eléctricos, ser sostenible a menudo trae un doble golpe de beneficios: es bueno para el medio ambiente y, en la mayoría de los casos, reduce tus costes o mejora las ventas.
Los costes de por vida de un vehículo eléctrico, por ejemplo, son más baratos que los vehículos tradicionales de gasolina y diesel. La compensación de carbono (comprar "créditos de carbono" para equilibrar las emisiones de carbono de tu negocio) es más barata de lo que piensa. Y hay beneficios para reputación corporativa de tu empresa que no deben subestimarse. Los clientes son más conscientes que nunca sobre los problemas ecológicos: para atraer a los consumidores de hoy, debes dejar claro lo que estás haciendo para ser más respetuoso con el medio ambiente.
Gases de efecto invernadero 101
En primer lugar, una lección de ciencia rápida y sencilla. Los gases de efecto invernadero, que incluyen el dióxido de carbono, el metano y el ozono, se producen de forma natural en la atmósfera terrestre. Son esenciales para la vida tal y como la conocemos. Sin ellos, la temperatura media global sería de -18 ºC, una temperatura que nos haría castañear los dientes.
Pero la raza humana ha estado emitiendo tantos gases de efecto invernadero a la atmósfera que estamos alterando el equilibrio natural del sistema y provocando un aumento de las temperaturas globales. Desde 1750, la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha aumentado en torno a un 40 %.
Como probablemente ya sabéis, los gases de efecto invernadero ayudan a que parte del calor del sol permanezca en la atmósfera terrestre, manteniéndonos calientes. Si se añaden más gases de efecto invernadero, la temperatura aumenta, lo que significa que se escapa menos calor.
Casi todo lo que hacemos tiene una huella de carbono. Empecemos por lo algo básico en el día a día. Piensa en el café que estás tomando ahora mismo (vale, puede que no estés tomando nada, pero imaginemos que sí) – supondremos que está en una taza, porque realmente no quieres saber lo perjudiciales que son para el medio ambiente los vasos de café para llevar. El agua necesaria para calentarlo se ha calentado utilizando energía, los granos de café probablemente han tenido que ser transportados desde otro país (utilizando combustibles fósiles) y la taza en sí ha tenido que ser cocida en un horno (probablemente calentado también con combustibles fósiles). Tu inocente taza de café acaba de costar 53 g de emisiones de dióxido de carbono, y la cosa empeora. Un café con leche grande podría acumular una factura de carbono de 340 g. Compáralo con tu coche, que probablemente produce alrededor de 4,7 toneladas métricas de dióxido de carbono al año, y estarás acumulando una gran factura de carbono.
Vale, ¿y qué puedo hacer yo?
La potencia productiva de China está haciendo que los productos electrónicos sean más asequibles que nunca, lo que contribuye a satisfacer la creciente demanda de paneles solares. Estos componentes más baratos han reducido el coste de producción de la energía renovable. En combinación con iniciativas internacionales bipartidistas como el Acuerdo de París sobre el clima y el Protocolo de Kioto, casi todos los gobiernos importantes del mundo están mirando en la misma dirección.
Es absolutamente necesario que reduzcamos nuestras emisiones globales de carbono.
La tendencia está cambiando
Por desgracia, los avances de la sociedad hacia la reducción de las emisiones de carbono y la ralentización del cambio climático aún no son suficientes. El Acuerdo Climático de París estableció objetivos para mantener el calentamiento global en solo 2 °C por encima de las temperaturas registradas antes de la revolución industrial. Sin embargo, al ritmo actual, nos enfrentamos a un aumento de las temperaturas muy por encima de los 2 °C. Esto significa el derretimiento de los casquetes polares, la subida del nivel del mar y el desplazamiento y la pérdida de hogar de millones de personas. Las principales ciudades costeras, como Nueva York, Shanghái y Río, podrían quedar sumergidas bajo el agua en 2100.
Los cambios necesarios deben comenzar a nivel gubernamental nacional, pero, afortunadamente, también hay mucho que podemos hacer como individuos y pequeñas empresas para reducir nuestro impacto en el medio ambiente. Y todos sabemos que ahorrar energía significa ahorrar dinero. Un informe elaborado conjuntamente por WWF muestra que el ahorro de energía y la reducción de las emisiones de carbono van de la mano.
En la última década, el coste de la energía eólica, solar y del almacenamiento en baterías se ha reducido hasta en un 85 %, mientras que la capacidad mundial de energía renovable casi se ha duplicado.
Nuestros consejos para ayudar a tu empresa en su camino hacia la neutralidad en carbono.
- Asegúrate de que tu próximo coche sea, al menos, parcialmente eléctrico.
- Compra un vehículo eléctrico (o una flota de vehículos eléctricos).
Es más fácil decirlo que hacerlo: cualquier vehículo nuevo sigue siendo una inversión importante. Pero la revolución de los vehículos eléctricos sigue ganando impulso. La compra anticipada de 10 camiones Tesla Semi por parte de DHL se ha convertido en un plan más amplio: tras una fase de pruebas satisfactoria, DHL Supply Chain USA se está preparando ahora para integrar los potentes semirremolques eléctricos en su red logística. Tesla tiene como objetivo comenzar la producción en serie del Semi en 2026. Los vehículos eléctricos son más caros (al menos por el momento), pero te permitirán ahorrar dinero en gastos de funcionamiento: hasta 1600 dólares al año, según algunas estimaciones. Así que asegúrate de que tu próximo coche sea, al menos, parcialmente eléctrico.

Cambia tu estilo de conducción.
Todos sabemos que pisar a fondo el acelerador significa consumir más combustible por kilómetro, lo que encarece la conducción. Presta atención al indicador de consumo de combustible de tu coche e incluso puedes empezar un pequeño juego: ¿puedes mantener el consumo por debajo de un determinado nivel? ¿Cuál es tu mejor marca con un depósito? Puede parecer trivial, pero te ahorrará dinero a largo plazo y reducirá tus emisiones. Las organizaciones con una flota de vehículos pueden probar a instalar limitadores de velocidad o convertir los vehículos a gas licuado de petróleo (GLP), más económico, o simplemente sustituirlos por vehículos híbridos o eléctricos.

Realiza videoconferencias en lugar de viajar.
Todos sabemos que lo mejor es el cara a cara, pero algunas reuniones realmente no requieren cinco horas de vuelo o kilómetros y kilómetros por carretera. Aún no hemos llegado a la etapa de las reuniones de realidad virtual, pero Skype, WebEx y otros servicios similares pueden funcionar muy bien para que todos se comuniquen. Los sistemas de telepresencia más avanzados pueden hacer que la experiencia sea aún más realista. Así que olvídate de las millas aéreas, dale un descanso a tu personal de los viajes por carretera y enciende el ordenador portátil para ahorrar tiempo, dinero y emisiones de carbono.

Implementa el coche compartido
Fomentar el uso de coches compartidos para ir y volver del trabajo es una gran solución. A veces, si se realizan pequeños esfuerzos, no es necesario que cada uno llegue con su propio vehículo. Implementar turnos para compartir coche entre los empleados, contribuirá a que existan menos coches circulando, previniendo atascos en horas punta y reduciendo las emisiones.

Utiliza una logística más inteligente.
Esto no será relevante para todas las organizaciones, pero como empresa de reparto es un tema en el que pensamos mucho. Si tu empresa tiene algún tipo de cadena de suministro o capacidad de reparto, probablemente también sea algo en lo que hayas pensado mucho. ¿Cómo se puede mejorar la eficiencia? ¿Cómo se puede agilizar el proceso? La logística es una ciencia compleja, pero existen herramientas de software que te ayudan a encontrar esas mejoras de eficiencia tan difíciles de alcanzar. Pueden provenir del envío directo (envío directamente desde el fabricante, no desde tu propio almacén) o simplemente del uso de una ruta más económica de A a B.
¿Qué más puedo hacer para ayudar a mi organización a alcanzar la neutralidad en carbono?
- Utiliza material de oficina y otros materiales reciclados siempre que sea posible. Y asegúrate de reciclar todo lo que puedas.
- Considera la posibilidad de obtener la certificación ISO 50001, la norma internacional para sistemas eficientes de gestión energética. Organizaciones como Carbon Trust pueden ayudarle a evaluar y certificar que su organización es neutra en carbono.
- Compra productos locales. Desde 1992, la cantidad de alimentos importados por vía aérea ha aumentado un 140 %. Reduzcamos esa cifra.
- Instala paneles solares. Las subvenciones gubernamentales y la caída de los precios al por menor hacen que la energía solar se haya convertido rápidamente en una fuente de energía sensata, fiable y asequible. Si generas suficiente energía solar, incluso podrías ganar dinero vendiéndola a un proveedor de electricidad tradicional.
- Incrementa el uso de energías renovables. La mayoría de los principales proveedores de energía ofrecen ahora tarifas parciales o totales de energías renovables a precios razonables.
- Use biodegradable cleaning solutions. Sure, no cleaning fluid is 100% environmentally friendly, but some are better than others. Look for trusted marks like the EU’s Ecolabel.
- Utiliza productos de limpieza biodegradables. Es cierto que ningún líquido de limpieza es 100 % respetuoso con el medio ambiente, pero algunos son mejores que otros. Busca marcas de confianza, con la etiqueta ecológica de la UE Ecolabel.
- Sustituye los electrodomésticos antiguos por modelos modernos y más ecológicos (y más económicos) con clasificación energética «A» o superior.
- Proporciona a tu personal botellas de agua reutilizables para reducir los residuos plásticos.
- Aprovecha el servicio GoGreen Plus de DHL que reduce las emisiones de carbono mediante el uso de combustible de aviación sostenible (SAF), un biocombustible producido a partir de fuentes renovables como aceites vegetales, grasas animales, residuos y cultivos agrícolas.
Tomar medidas para alcanzar la neutralidad en carbono ya no es algo «deseable», sino una necesidad imperiosa para las empresas. Desde reducir costes y mejorar la reputación de la marca hasta contribuir a garantizar el futuro de nuestro planeta, ser más sostenible es beneficioso para todos. Incluso las pequeñas acciones, si se llevan a cabo de forma constante, pueden tener un impacto significativo.